FOTO: Gobernación del estado Aragua
Por Simone Santos
Maracay, es uno de los lugares más emblemáticos de nuestro país, ubicado a 109 km de la capital de Caracas. Cuna de la aviación civil y militar, el origen de su nombre es aún un misterio.
Cuenta la leyenda que el mismo se debe a un tigre que habitaba estas tierras. Otros señalan que un cacique llamado Maracay, dio su vida para defender a su tribu en la época de la conquista. Por falta de datos históricos se desconoce si tal denominación es un homenaje a un animal o a nuestros indígenas. No obstante, Maracay se ha convertido en una tierra llena de contrastes y simbolismo.
A la capital del estado Bolivariano de Aragua también se le conoce como la “Ciudad Jardín”. ¿Y sabes por qué? La respuesta está muy vinculada con la arquitectura. La idea de construir importantes obras respetando la naturaleza, ya hacía mella en un grupo de arquitectos venezolanos. En 1929, Ricardo Razetti, Carlos Raúl Villanueva, Carlos Guinand Sandoz y Luis Malaussena, fueron los artífices de un proyecto denominado Ciudad Jardín. Y así quedó bautizada esta localidad, que se convertiría en una de las capitales modelo de desarrollo urbanístico y preservación ambiental de Venezuela.
Entre El último tango en Maracay y John Kennedy
¿Qué tendrán en común los inmortales Carlos Gardel y John Kennedy? ¡Sus históricas visitas a esta ciudad!
El Presidente de Estados Unidos, JhonFitzgerald Kennedy, inició su primera visita a Latinoamérica, empezando por Venezuela el 16 de diciembre de 1961, y voló en helicóptero a Maracay acompañado del primer mandatario, Rómulo Betancourt, cumpliendo así con la entrega de títulos de propiedad de tierra como parte de la alianza para estrechar los lazos con la nación.
La sede del Palacio de Gobierno, donde por mucho tiempo funcionó el estamento político de la región, fue en sus principios el famoso Hotel Jardín, construido por el arquitecto Carlos Rául Villanueva. Inaugurado el 19 de diciembre de 1930 por Juan Vicente Gómez, este centro hotelero de vanguardia y renombre con 115 habitaciones, piscina y cancha de tenis,hospedó a importantes personalidades tales como Carlos Gardel, el mito del tango.
Al frente del referido palacio está la plaza Bolívar,la más grande de Venezuela y de América Latina, y diagonal a ésta se encuentra el Teatro de la Ópera de Maracay. Para los que nunca han visitado Maracay, es algo así: estás en la puerta del referido Palacio, das aproximadamente 10 pasos y te espera la plaza invitándote a comer un helado sentado en sus banquitos. Y después de degustar dicho postre, disfrutas de una pieza teatral o un concierto de música clásica. ¡Una maravilla!
¿Quieres más? Por los alrededores, caminando o en bus, existen reconocidas pastelerías que fueron fundadas por familias italianas que se instalaron en plena inmigración de los años 50 en esta hermosa ciudad.¡Qué maracayero que se aprecie de serlo por nacimiento o adopción, no ha comido alguna vez esos dulces o se los ha llevado a su casa para celebrar fechas conmemorativas y cuanto sarao exista por delante! Asimismo, cerca de allí se encuentra un famoso restaurante de arepas, cachapas…. Lo mejor de nuestra comida criolla.
Con cinco fuentes y una estatua ecuestrede 4.2 metros de altura del Libertador Simón Bolívar, la plaza Bolívar es un espacio de recreación para las familias, donde es posible llevar a los niños a pasear, andar en bicicleta o en patineta. De hecho, la vía principal de acceso, que antes era vehicular, fue cerrada con la finalidad de otorgar confort y seguridad a sus ciudadanos.
Con 86 años de existencia, este lugar es propicio para invitar al ciudadano de a pie, no sólo al disfrute de una caminata, sino también de ser arropado por la hermosa vegetación de sus alrededores, generándose así un mayor contacto con el ambiente natural.
El emblemático Teatro de la Ópera de Maracay (TOM), es otro espacio de relevancia artística, cuya infraestructura pasó por un proceso de remodelación llevado a cabo por la actual gestión gubernamental. Reinaugurado en 2015, el también declarado Patrimonio Histórico Nacional en 1994, cuenta con diversas salas y ofrece una amplia cartelera cultural,devolviéndole así a los aragüeños y al público en general, el derecho de sentir y respirar el arte.
Cada una de estas importantes edificaciones es una muestra del valor de nuestra Ciudad Jardín, y por ello, no dudamos en señalar que Maracay presenta una plataforma arquitectónica que es reflejo de su pasado, presente y futuro.
La arquitectura debe verse y ser apreciada por la sociedad civil. El trabajo, el estrés, los hijos, la vida familiar y la rutina diaria nos han arropado de tal manera, que olvidamos los pequeños detalles. Ya no nos detenemos a apreciar, y hacerlo tan sólo unos minutos, nos abre los ojos a la belleza que nos rodea.
Te invitamos querido lector a hacer cosas diferentes. A empezar a recorrer y conocer otras regiones. Escoge un fin de semana de tu agenda personal y decide disfrutar de los espacios de Maracay, una ciudad encantadora, calurosa, de gente muy noble y trabajadora.
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