Por María Christina Silva-Arenas

El pasado sábado 23 de junio de 2018, se realizó el Docotour: Avenida Victoria, una iniciativa cultural promovida por la Embajada de Italia, con el apoyo de Docomomo Venezuela, en el cual un conjunto de reconocidos arquitectos realizaron un recorrido por esta emblemática vía del oeste de la ciudad capital, con el objetivo de ilustrar “in situ” a los participantes de esta interesante actividad acerca del lenguaje arquitectónico y urbanístico desarrollado en esta zona por la influyente y prolífica inmigración italiana que se asentó por estos lares en la década de los 50.

Este encuentro formó parte de Il Giro d’Italia, nombre que la Embajada del país organizador designó para denominar al variado calendario de actividades diseñado para celebrar la Semana de Italia en Caracas.

Un recorrido cargado de historias, anécdotas y vivencias que han delineado esa atmósfera tan especial que se respira por estos espacios, donde las fachadas de edificios y comercios, con estilo mediterráneo, hacen de la suyas para enamorar con nostalgia a los ojos de quien los observa, desde la perspectiva de un admirador sorprendido por esas construcciones hechas con detalle y filigrana y donde el paisaje es un invitado de postín.

Así pasaron las horas entre explicaciones de Gregory Vertulio, Bernardo Mazzei Osorio y Fernando De Stefano, y las infaltables fotografías de la animada tropa, en las cuales a la par de realizar un registro de la arquitectura de la época, los asistentes aprovecharon la oportunidad de hacerse algún que otro selfie para celebrar la ciudad y sus particularidades.

Este actividad que propició el contacto con los residentes y habitantes de las urbanizaciones que hacen vida en este periplo, contó con la asistencia de Hannia Gomez, María Teresa Novoa, Christy Silva-Arenas, Ángela Oráa, Carolina Jaimes Branger, Lourdes Blanco, Francisco Rangel, Ana Cristina Febres, Marian Arape, Carlos Ancheta, Karina Garcés, Lisseth Boon, Narda Zapata, Dhamaris Rangel, Víctor Simone, Bárbara Machado, entre otros.

Un circuito que refrenda la multiculturalidad de esta Tierra de Gracia, una travesía que merece ser repetida tal vez con un buen café, un Limoncello o por qué no con una criollísima chicha.

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