Por Ángel Silva-Arenas

Abrazar es uno de los contactos  físicos con mayor efectividad y significación emocional, ya que nos permite  demostrar amor, apoyo, consuelo,  comprensión y hasta ayuda a subir el ánimo. Es una práctica  beneficiosa para nuestra salud mental,  puesto que contribuye a estimular la disposición a compartir con los semejantes.

En el bebé el abrazo de la madre es indispensable, puesto que constituye  una fuente de calor, además de suministrarle experiencias sensoriales y afectivas esenciales para el desarrollo de su personalidad, fomentándole seguridad y confianza para el futuro.

La importancia de este simbólico acto ha sido reconocida científicamente, tanto así que en la actualidad la Abrazoterapia surge como un acercamiento fundamental para la curación, ya que el abrazo imparte una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.

Y es que el  abrazo forma parte del entrenamiento de muchas enfermeras actualmente en distintas clínicas y hospitales en el mundo para su empleo a los fines de  aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Este tratamiento se basa en estudios que han demostrado cómo se generan en el organismo cambios fisiológicos que permiten al paciente controlar  el dolor y modificar su actitud ante la enfermedad.

Abrazar representa algo más que un contacto físico

Y, aunque usted no lo crea, según  un estudio llevado a cabo por la Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU., abrazar a la pareja reduce la infidelidad.  La investigación señala que luego de recibir un abrazo de tu amada o amado, el cuerpo libera una hormona llamada oxitocina, la cual está vinculada con las conductas sexuales, como el orgasmo, así como con las emociones maternales.

Esto se debe a que este neurotransmisor fomenta una sensación de comodidad y vinculación  innata, por lo que el cerebro actúa como si todo fluyera excelentemente, lo cual evita que la pareja sienta la necesidad de buscar a un tercero.

Pero hay más beneficios, aquí alguno de ellos:

  • Combate la ansiedad.
  • Contribuye a mantener un peso saludable, en virtud de que frecuentemente dejamos de alimentarnos por desamor o falta de afecto, convirtiéndose comer con impulsividad en una manera de nutrir el cuerpo emocionalmente, satisfaciendo ese vacío interno que nos genera ansiedad.
  • Alivia los dolores físicos y emocionales, mejorando el sistema inmunológico y los síntomas de depresión.
  • Retrasa el envejecimiento.
  • Ayuda al buen estado de los músculos de los brazos y hombros.

De modo tal que abre tus brazos, busca a esa persona especial  y  abrázala sin miedos y restricciones.

 

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