Central Arquitectura + Incursiones
Paradiso es un jardín metropolitano cuyo cuidado y crecimiento ha sido confiado a los habitantes de Caracas. En una urbe en la que pareciera que hemos olvidado algunos de los principios básicos para la coexistencia pacífica, esta instalación temporal propone un ámbito protegido en el que el visitante puede recuperar la confianza en el otro y en la ciudad como el espacio que nos une a todos.
Es un proyecto conjunto de Incursiones y Central Arquitectura, dos oficinas establecidas en Caracas, Venezuela y que ha sido posible gracias al generoso apoyo del Goethe-Institut y la colaboración de numerosas organizaciones públicas y privadas.
Paradiso es un territorio público que ofrece un lugar de inclusión e ilusión, un espacio frágil separado de un contexto conflictivo en el cual quien lo visita es invitado a ayudar a imaginar y construir otra ciudad. De modo tal que promoviendo la interacción y la colaboración, esta propuesta busca reconstruir la ciudadanía y la confianza, tanto hacia la metrópoli como hacia otros habitantes.
El proyecto toma referencias del jardín como una construcción humana y cultural. Históricamente, éste ha constituido una porción de tierra ideal, un sitio controlado y separado del mundo exterior cargado de valores y asociaciones. Al mismo tiempo, la instalación hace referencia al paraíso como un espacio cerrado y protegido.
Por último, la idea de Paradiso como un ámbito de colaboración viene del Kindergarten, una contribución del pedagogo alemán Friedrich Fröbel. Este modelo educativo fue concebido tanto para el desarrollo de habilidades del niño, a través del juego, como para la formación de un sentido de pertenencia y empatía hacia el entorno y hacia los demás. En una ciudad en la cual la violencia, la inseguridad y la degradación del espacio público han dejado de lado algunas de las reglas básicas de la convivencia, Paradiso fomenta conductas positivas, ofreciendo un escenario seguro que invita a la interacción y requiere el compromiso activo de parte del usuario para su desarrollo y mantenimiento.
Cómo funciona
Los conceptos fundamentales de Paradiso se revelan en el diseño del jardín y en las interacciones entre sus usuarios y con la propia instalación.
Para entrar al jardín, el visitante debe pasar por un túnel, cuyo acceso se encuentra restringido por una compuerta y, para abrirla, debe pedirle a dos personas que le ayuden a operar el mecanismo. Una vez adentro, es recibido por una densa masa de plantas que bloquea las visuales al tiempo que invita a pasear, perderse y descubrir el lugar.
Se dispone un subibaja, como objeto para sentarse, que sólo funciona si dos sujetos lo usan al mismo tiempo y negocian el proceso de sentarse y pararse de nuevo.
El espacio central de Paradiso es un receptáculo de vegetación en crecimiento que necesitan del cuidado de los visitantes, una zona pequeña y circular en el que todos podemos dejar una planta. Una vez allí, ésta le pertenece al jardín y depende de otros para su mantenimiento. En este sentido, todos comparten la responsabilidad de preservar algo que no es propio sino colectivo.
Para salir de Paradiso, la persona debe subir por una rampa y deslizarse por un tobogán.
Después de dos semanas, el jardín es develado; se desprenden las superficies que lo cubrían y los visitantes lo recorren en busca de una planta que la ciudad les regala como recompensa por haberse hecho cargo del parque. Algunas plantas son trasplantadas en distintos lugares de Caracas, mientras que otras terminan en el interior de casas y colegios, como un regalo de la capital a sus habitantes.
Participación de la comunidad
El proyecto Paradiso constituyó algo más que una instalación urbana, formó parte de una gran alianza con PROVITA, organización no gubernamental con más de 25 años trabajando por la preservación y educación ambiental.
En consecuencia, se organizaron una serie de talleres de siembra y concientización ambiental en tres de las escuelas más cercanas al espacio donde luego aparecería Paradiso. Estas actividades involucraron a más de 400 niños, quienes se convirtieron en los más dedicados cuidadores del jardín y principales replicadores del mensaje a nuevos visitantes acerca del significado y preservación de la instalación.
Medición de impacto
Paradiso ocupó, en su primer montaje, la pequeña pero vibrante Plaza Sucre del Casco Histórico de Petare, actualmente el barrio más grande de Venezuela y uno de los más extensos de América Latina. A pesar de encontrarse inmersa en las dinámicas de un contexto conflictivo y, en ocasiones peligroso, es un espacio urbano lleno de vida que sirve como patio de juego para los niños de las escuelas cercanas, escenario para predicadores, mercado los fines de semana y lugar de ensayo para la banda municipal.
Es un orgullo afirmar que Paradiso fue explorado y disfrutado diariamente por más de 500 personas, modificando y revalorizando las dinámicas del sitio. Antes de su instalación, sólo el 10% de las personas que recorrían la plaza permanecían más de 20 minutos, durante las dos semanas que el proyecto ocupó el Casco Histórico de Petare, el 50% de todos los transeúntes se detenían y disfrutaban tanto del jardín oculto como de todos los espacios que definían el área.
Paradiso, jardín viajero
Paradiso es una instalación pequeña y modular que puede ser fácilmente ensamblada y transportada. Esta característica permite generar una gran comunidad de cuidadores urbanos a través de su replicación. El tamaño y fuerza de esta entidad colectiva dependerá, en gran medida, de la colaboración y generosidad de instituciones y empresas aliadas.
Se está trabajando en construir Paradiso en otros dos municipios de Caracas y en otras ciudades de Venezuela, logrando que sean muchísimos más los niños, adolescentes y adultos que puedan enriquecerse de esta maravillosa experiencia. La mayoría de los objetivos que lo originaron son relevantes en todo el mundo, los cuales se fundamentan esencialmente en la creación de una plataforma internacional que ayude a impulsar esta iniciativa más allá de nuestras fronteras.
Nombre del proyecto
Paradiso
Ubicación
Plaza Sucre, Petare, Caracas, Estado Miranda, Venezuela.
Arquitectos
Central Arquitectura + Incursiones
Jefes de proyecto
Stefan Gzyl (Central Arquitectura)+Josymar Rodíguez (Incursiones)
Arquitectos colaboradores
María Valentina González
Yanfe Pedroza
Jose Guinand
Gabriel Fossi
Manuela Falcón
Otros especialistas y colaboradores
Goethe-Institut Caracas
Cultura Sucre
Galería ABRA
PROVITA
Fechas
Inicio del proyecto mayo 2016
Fin del proyecto junio 2016
Inauguración 4 de Junio 2016
Clausura 18 de Junio 2016
Texto, dibujos y fotografías Central Arquitectura + Incursiones
Web: www.centralarquitectura.com / www.incursiones-ve.com
Instagram: @centralarquitectura /@incursiones_ve
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