Por Ángel Silva-Arenas
Ciudad en Positivo
Si asumiéramos positivamente el poder que tienen las palabras en nuestras vidas, seguramente nos detendríamos a pensar y reflexionar antes de decirlas. No es una tarea complicada, sólo basta reconocer que lo que decimos tiene un efecto en lo que sentimos, nos pasa y vivimos. Es algo sencillo que supone aceptar la capacidad creadora de lo que declaramos.